CITA

"Así, la esencia de la poesía está encajada en el esfuerzo convergente y divergente de la ley de los signos de los dioses y la voz del pueblo. El poeta mismo está entre aquéllos, los dioses, y éste, el pueblo. Es un "proyectado fuera", fuera en aquel entre, entre los dioses y los hombres. Pero sólo en este entre y por primera vez se decide quién es el hombre y dónde se asienta su existencia. Poéticamente el hombre habita esta tierra."
"Holderlin y la esencia de la poesía" en ARTE Y POESIA
MARTIN HEIDEGGER
Fondo de cultura económica.
México 2000


viernes, 9 de diciembre de 2011

JORGE LUIS BORGES


Hijo de algún confín de la llanura
Abierta, elemental, casi secreta,
Tiraba el firme lazo que sujeta
Al firme toro de cerviz oscura.

Se batió con el indio y con el godo,
Murió en reyertas de baraja y taba;
Dio su vida a la patria, que ignoraba,
Y así perdiendo, fue perdiendo todo.

Hoy es polvo de tiempo y de planeta;
Nombres no quedan, pero el nombre dura.
Fue tantos otros y hoy es una quieta
Pieza que mueve la literatura.

Fue el matrero, el sargento y la partida.
Fue el que cruzó la heroica cordillera.
Fue soldado de Urquiza o de Rivera,
Lo mismo da. Fue el que mató a Laprida.

Dios le quedaba lejos. Profesaron
La antigua fe del hierro y del coraje,
Que no consiente súplicas ni gaje.
Por esa fe murieron y mataron.

En los azares de la montonera
Murió por el color de una divisa;
Fue el que no pidió nada, ni siquiera
La gloria, que es estrépito y ceniza.

Fue el hombre gris que, oscuro en la pausada
Penumbra del galpón, sueña y matea,
Mientras en el oriente ya clarea
La luz de la desierta madrugada.

Nunca dijo: soy gaucho. Fue su suerte
No imaginar la suerte de los otros.
No menos ignorante que nosotros,
No menos solitario, entró en la muerte.
Jorge Luis Borges

lunes, 7 de noviembre de 2011

TOMAS TRANSTRÖMER


de

29 Hayku y otros poemas

I

1

Pared de pena...

Palomas van y vienen:

no tienen rostros.

1

Höpplöshetens vägg…

Duvorna kommer och går

utan ansikten.


2

Los pensamientos

en calma de mosaicos

en el palacio.

2

Tankar står stilla

som mosaikplattorna

i palatsgården

3

De pie en el balcón,

esa jaula de sol:

como un arcoiris.

3

Står på balkongen

i en bur av solstrålar –

som en regnbåge.


ABRIL Y SILENCIO


La primavera yace desierta.

La zanja, oscura como terciopelo

se arrastra junto a mí

sin espejeos.

Tan sólo irradian

las flores amarillas.

Soy llevado en mi sombra

como un violín

en su caja negra.

Lo único que quiero decir

reluce fuera de alcance

como la platería

en la casa de empeños.


HOJA DE LIBRO NOCTURNO


Una noche de mayo aterricé

en un frío claro de luna

en que la hierba y las flores eran grises

pero el aroma, verde.

Resbalé cuesta arriba

en la noche daltónica

mientras las piedras blancas

señalaban la luna.

Un espaciotiempo

de algunos minutos

cincuenta y ocho años de ancho.

Y tras de mí

más allá de las aguas relucientes cual plomo

estaba la otra costa

y los poderosos.

Gentes con futuro

en vez de rostro.

JUAN GELMAN




Está negra la madera de tu casa

Está negra la madera de tu casa
y el verde de tus plantas brilla como lustrado a mano /
te debe haber llovido mucha ausencia /
debe haberte apagado los fuegos que encendías
para leer tus pechos /
para saber quién anda por ahí /
en el verano de tu rigidez empujada /
¿qué sería la muerte sin la lluvia /
su ciencia de humo y claridad? /
temblabas como un cafetín /
pasaban tangos de Gardel y toros ya suavísimos /
tus piernas ardían al lado de los ángeles
y volaban cenizas del secreto cremado /
¿cómo es posible el horror de saber? /
¡dale / viento! /
¡raspá la música que hace diamantes
en cada esquina de la sonreidora! /
¡la música que separa los nacimientos de los espantapájaros!
¡los espantapájaros verdaderos! /
¡que me conocen y no son yo! /
vos / que sabés hacer cuchillos
con un instante del amor /
cantá / sentada en los panes que horneo y nunca comeré /
¡cantá / para que corra la mañana
y se subleven los canarios
que lloran ocultamente! /


Epitafio

Un pájaro vivía en mí.
Una flor viajaba en mi sangre.
Mi corazón era un violín.

Quise o no quise. Pero a veces
me quisieron. También a mí
me alegraban: la primavera,
las manos juntas, lo feliz.

¡Digo que el hombre debe serlo!

(Aquí yace un pájaro.
Una flor.
Un violín.)

de "Violín y otras cuestiones"

sábado, 3 de septiembre de 2011

OLGA OROZCO








Con esta boca, en este mundo...

No te pronunciaré jamás, verbo sagrado,
aunque me tiña las encías de color azul,
aunque ponga debajo de mi lengua una pepita de oro,
aunque derrame sobre mi corazón un caldero de estrellas
y pase por mi frente la corriente secreta de los grandes ríos.

Tal vez hayas huido hacia el costado de la noche del alma,
ese al que no es posible llegar desde ninguna lámpara,
y no hay sombra que guíe mi vuelo en el umbral,
ni memoria que venga de otro cielo para encarnar en esta dura nieve
donde sólo se inscribe el roce de la rama y el quejido del viento.

Y ni un solo temblor que haga sobresaltar las mudas piedras.
Hemos hablado demasiado del silencio,
lo hemos condecorado lo mismo que a un vigía en el arco final,
como si en él yaciera el esplendor después de la caída,
el triunfo del vocablo con la lengua cortada.

¡Ah, no se trata de la canción, tampoco del sollozo!
He dicho ya lo amado y lo perdido,
trabé con cada sílaba los bienes que más temí perder.
A lo largo del corredor suena, resuena la tenaz melodía,
retumban, se propagan como el trueno
unas pocas monedas caídas de visiones o arrebatadas a la oscuridad.
Nuestro largo combate fue también un combate a muerte con la muerte, poesía.
Hemos ganado. Hemos perdido, porque ¿cómo nombrar con esa boca,
cómo nombrar en este mundo con esta sola boca en este mundo con esta sola boca?

jueves, 14 de julio de 2011

OLIVERIO GIRONDO















Llorar a lágrima viva


Llorar a chorros.
Llorar la digestión.
Llorar el sueño.
Llorar ante las puertas y los puertos.
Llorar de amabilidad y de amarillo.

Abrir las canillas,
las compuertas del llanto.
Empaparnos el alma,
la camiseta.
Inundar las veredas y los paseos,
y salvarnos, a nado, de nuestro llanto.

Asistir a los cursos de antropología,
llorando.
Festejar los cumpleaños familiares,
llorando.
Atravesar el África,
llorando.

Llorar como un cacuy,
como un cocodrilo...
si es verdad
que los cacuyes y los cocodrilos
no dejan nunca de llorar.


Llorarlo todo,
pero llorarlo bien.
Llorarlo con la nariz,
con las rodillas.
Llorarlo por el ombligo,
por la boca.

Llorar de amor,
de hastío,
de alegría.
Llorar de frac,
de flato, de flacura.
Llorar improvisando,
de memoria.
¡Llorar todo el insomnio y todo el día!



lunes, 13 de junio de 2011

NOVEDAD EDITORIAL


Hoy me encontré con la grata novedad de que el año pasado se editó finalmente la traducción de "Los himnos de Hölderlin Germania y El Rin" de Martin Heidegger, traducción de Ana Carolina Merino Riofrío, en la colección de Biblioteca Internacional Martin Heidegger, Editorial Biblos. Este curso no se limita a un análisis semiológico de estos poemas solamente, son una reflexión profunda y novedosa, todavía hoy, de la poesía en general. Para quienes amamos éste género es un texto fundamental e inevitable.

sábado, 28 de mayo de 2011

JESICA FERRO

Jesica es una joven poeta que conocí recientemente, cuando se enteró de mi gusto por la poesía me ofreció su libro publicado hace unos meses. Lo leí y me lleve una muy grata impresión, por eso de entre sus páginas escogí el siguiente poema que quiero compartir...

ME GUSTAS

Caminas relajada
Seduciendo sutil
Desde tus caderas
Ridículas
Graciosas
Esas piernas chuecas
Que marcan tu balanceo
Sinuoso
Me gusta tu cuello
Mi recorrido surreal
Que insinúa de forma justa
Volcando en tu escote
El paraiso de mis pensamientos

Me gustan tus manos
De niña inquieta
Jugadora práctica

Mirarte toda
Espejo de tu sonrisa
Y la mía
Mientras hay silencio en los pasillos

Te quiero
En tus lugares inhóspitos
Sin que sepas
Cuanto delirio provoca tu espalda
En este hombre desvelado
Que te toca en ensueños

Duele
Ser caminante encandilado
Muriendo en mi propio misterio
De ti


CADENCIA ROTA
Poemas
Editorial El reino
2010

martes, 26 de abril de 2011

GONZALO ROJAS










¿QUÉ SE AMA CUANDO SE AMA?

¿Qué se ama cuando se ama, mi Dios: la luz terrible de la vida
o la luz de la muerte? ¿Qué se busca, qué se halla, qué
es eso: amor? ¿Quién es? ¿La mujer con su hondura, sus rosas, sus volcanes,
o este sol colorado que es mi sangre furiosa
cuando entro en ella hasta las últimas raíces?

¿O todo es un gran juego, Dios mío, y no hay mujer
ni hay hombre sino un solo cuerpo: el tuyo,
repartido en estrellas de hermosura, en partículas fugaces
de eternidad visible?

Me muero en esto, oh Dios, en esta guerra
de ir y venir entre ellas por las calles, de no poder amar
trescientas a la vez, porque estoy condenado siempre a una,
a esa una, a esa única que me diste en el viejo paraíso.

sábado, 12 de marzo de 2011

SAFO de Mitilene


Himno en honor a Afrodita

¡Oh, tú en cien tronos Afrodita reina,
Hija de Zeus, inmortal, dolosa:
No me acongojes con pesar y sexo
Ruégote, Cipria!
Antes acude como en otros días,
Mi voz oyendo y mi encendido ruego;
Por mi dejaste la del padre Jove
Alta morada.
El áureo carro que veloces llevan
Lindos gorriones, sacudiendo el ala,
Al negro suelo, desde el éter puro
Raudo bajaba.
Y tú ¡Oh, dichosa! en tu inmortal semblante
Te sonreías: ¿Para qué me llamas?
¿Cuál es tu anhelo? ¿Qué padeces hora?
-me preguntabas-
¿Arde de nuevo el corazón inquieto?
¿A quién pretendes enredar en suave
Lazo de amores? ¿Quién tu red evita,
Mísera Safo?
Que si te huye, tornará a tus brazos,
Y más propicio ofreceráte dones,
Y cuando esquives el ardiente beso,
Querrá besarte.
Ven, pues, ¡Oh diosa! y mis anhelos cumple,
Liberta el alma de su dura pena;
Cual protectora, en la batalla lidia
Siempre a mi lado.

HOKUSAI...LA OLA

HOKUSAI


JORGE LUIS BORGES


Diecisiete haiku
La cifra, 1ra ed. Buenos Aires, Emecé, 1981.
1ra ed. Madrid, Alianza Editorial, 1981. Col. Alianza Tres, 159.

1

Algo me han dicho
la tarde y la montaña.
Ya lo he perdido.


2

La vasta noche
no es ahora otra cosa
que una fragancia.


3

¿Es o no es
el sueño que olvidé
antes del alba?


4

Callan las cuerdas.
La música sabía
lo que yo siento.


5

Hoy no me alegran
los almendros del huerto.
Son tu recuerdo.


6

Oscuramente
libros, láminas, llaves
siguen mi suerte.


7

Desde aquel día
no he movido las piezas
en el tablero.


8

En el desierto
acontece la aurora.
Alguien lo sabe.


9

La ociosa espada
sueña con sus batallas.
Otro es mi sueño.


10

El hombre ha muerto.
La barba no lo sabe.
Crecen las uñas.


11

Ésta es la mano
que alguna vez tocaba
tu cabellera.


12

Bajo el alero
el espejo no copia
más que la luna.


13

Bajo la luna
la sombra que se alarga
es una sola.


14

¿Es un imperio
esa luz que se apaga
o una luciérnaga?


15

La luna nueva
ella también la mira
desde otro puerto.


16

Lejos un trino.
El ruiseñor no sabe
que te consuela.


17

La vieja mano
sigue trazando versos
para el olvido.

MAS HAIKU



MORITAKE (1472 - 1549)
bambú. Chun Shi

Flores que vuelven
volando a la rama
eran mariposas.


BASHO (1644 - 1694)

Este camino
ya nadie lo recorre
salvo el crepúsculo.

*****

Un rayo de eternidad
descubro en las hojas
caídas en mi jardín.


ONITSURA ( 1660 -1738)

Obedecer:
aun las flores silenciosas
al oído interior.

****

Un viento fresco.
Llenando el firmamento,
voces de pinos.





4 HAIKU

Algunos ejemplos de haiku:

A la intemperie,
se va infiltrando el viento
hasta mi alma

(de Matsuo Bashō)

En una brizna
de hierba se aposenta
el viento fresco

(de Kobayashi Issa)

Cuando mi vida
atienda el crisantemo
se tranquiliza

(de Mizuhara Shuoshi)

Cae la nieve
ya tienen de qué hablar
padre e hijo

(de Shuson)

POESÍA JAPONESA

Esto va en honor a ese pueblo maravilloso, con tanta historia, que ha sufrido la mayor tragedia de su vida. Que toda su sabiduria y belleza los apuntale para volver a ponerse de pie...


Dicen los que saben que la poesía japonesa ya acumula más de dos mil años de historia. En su origen, se encontraba fuertemente influenciada por la literatura china pero, con el tiempo, Japón logró desarrollar su propio estilo distintivo. Un estilo que volvería recibir nuevas influencias a partir del siglo XIX, en este caso occidentales, cuando el país reabrió sus fronteras.

HaikuEntre los siglos VII y VIII, Japón desarrolló la colección de poesía Manyōshū, formada por escritos producidos entre los años 600 y 759. Sus veinte libros contienen 265 chōka (poemas largos), 4.207 tanka (poemas cortos), un tarenga, un bussokusekika, cuatro kanshi (poemas chinos) y 22 pasajes en prosa de origen chino.

Sin embargo, la forma más popular de la poesía japonesa es el haiku, composiciones de tres versos de cinco, siete y cinco sílabas que comenzaron a surgir durante el siglo VIII. El haiku fue muy utilizado por el budismo zen para transmitir sus preceptos, pero su influencia llegó al mundo occidental y marcó a famosos poetas del siglo XX como Ezra Pound.

Los autores de haikus son conocidos como Haijin. Algunos de los más populares en la historia japonesa son Ihara Saikaku (1642-1693), Matsuo Bashō (1644-1694), Yosa Buson (1716-1784), Kobayashi Issa (1763-1827) y Masaoka Shiki (1867-1902). También se destacaron en este campo poetisas como Den Sute-jo (1633-1698) y Chiyo ni (1703-1775).

América Latina tuvo sus propios poetas que, en algún momento, experimentaron en el terreno del haiku, como el argentino Jorge Luis Borges o el uruguayo Mario Benedetti.

miércoles, 16 de febrero de 2011

WALT WHITMAN








De "CANTO A MI MISMO":

1. Me celebro y me canto a mí mismo.
Y lo que yo diga ahora de mí, lo digo de ti,
porque lo que yo tengo lo tienes tú
y cada átomo de mi cuerpo es tuyo también.

Vago... e invito a vagar a mi alma.
Vago y me tumbo a mi antojo sobre la tierra
para ver cómo crece la hierba del estío.
Mi lengua y cada molécula de mi sangre nacieron aquí,
de esta tierra y de estos vientos.
Me engendraron padres que nacieron aquí,
de padres que engendraron otros padres que nacieron aquí,
de padres hijos de esta tierra y de estos vientos también.

Tengo treinta y siete años. Mi salud es perfecta.
Y con mi aliento puro
comienzo a cantar hoy
y no terminaré mi canto hasta que muera.
Que se callen ahora las escuelas y los credos.
Atrás. A su sitio.
Sé cuál es su misión y no la olvidaré;
que nadie la olvide.
Pero ahora yo ofrezco mi pecho lo mismo al bien que al mal,
dejo hablar a todos sin restricción,
y abro de para en par las puertas a la energía original de la naturaleza
desenfrenada.

Versión de León Felipe

domingo, 9 de enero de 2011

ALFONSINA STORNI







Voy a dormir

Dientes de flores, cofia de rocío,
...manos de hierbas, tú, nodriza fina,
tenme prestas las sábanas terrosas
y el edredón de musgos escardados.

Voy a dormir, nodriza mía, acuéstame.
Ponme una lámpara a la cabecera;
una constelación, la que te guste;
todas son buenas, bájala un poquito.

Déjame sola: oyes romper los brotes…
te acuna un pie celeste desde arriba
y un pájaro te traza unos compases
para que olvides… Gracias… Ah, un encargo:
si él llama nuevamente por teléfono
le dices que no insista, que he salido.

ALFONSINA STORNI


YO EN EL FONDO DEL MAR

En el fondo del mar
hay una casa de cristal.

A una avenida
de madréporas
da.

Un gran pez de oro,
a las cinco,
me viene a saludar.

Me trae
un rojo ramo
de flores de coral.

Duermo en una cama
un poco más azul
que el mar.

Un pulpo
me hace guiños
a través del cristal.
En el bosque verde
que me circunda
—din don... din dan—
se balancean y cantan
las sirenas
de nácar verdemar.

Y sobre mi cabeza
arden, en el crepúsculo,
las erizadas puntas del
mar.

JORGE LUIS BORGES


SONETO DEL VINO

¿En qué reino, en qué siglo, bajo qué silenciosa
conjunción de los astros, en qué secreto día
que el mármol no ha salvado, surgió la valerosa
y singular idea de inventar la alegría?

Con otoños de oro la inventaron. El vino
fluye rojo a lo largo de las generaciones
como el río del tiempo y en el arduo camino
nos prodiga su música, su fuego y sus leones.

En la noche del júbilo o en la jornada adversa
exalta la alegría o mitiga el espanto
y el ditirambo nuevo que este día le canto

otrora lo cantaron el árabe y el persa.
Vino, enséñame el arte de ver mi propia historia
como si ésta ya fuera ceniza en la memoria.

JORGE LUIS BORGES


EDGAR ALLAN POE

Pompas del mármol, negra anatomía
que ultrajan los gusanos sepulcrales,
del triunfo de la muerte los glaciales
símbolos congregó. No los temía.

Temía la otra sombra, la amorosa,
las comunes venturas de la gente;
no lo cegó el metal resplandeciente
ni el mármol sepulcral sino la rosa.

Como del otro lado del espejo
se entregó solitario a su complejo
destino de inventor de pesadillas.

Quizá, del otro lado de la muerte,
siga erigiendo solitario y fuerte
espléndidas y atroces maravillas.

JORGE LUIS BORGES


ARTE POÉTICA

Mirar el río hecho de tiempo y agua
y recordar que el tiempo es otro río,
saber que nos perdemos como el río
y que los rostros pasan como el agua.

Sentir que la vigilia es otro sueño
que sueña no soñar y que la muerte
que teme nuestra carne es esa muerte
de cada noche, que se llama sueño.

Ver en el día o en el año un símbolo
de los días del hombre y de sus años,
convertir el ultraje de los años
en una música, un rumor y un símbolo,

ver en la muerte el sueño, en el ocaso
un triste oro, tal es la poesía
que es inmortal y pobre. La poesía
vuelve como la aurora y el ocaso.

A veces en las tardes una cara
nos mira desde el fondo de un espejo;
el arte debe ser como ese espejo
que nos revela nuestra propia cara.

Cuentan que Ulises, harto de prodigios,
lloró de amor al divisar su Itaca
verde y humilde. El arte es esa Itaca
de verde eternidad, no de prodigios.

También es como el río interminable
que pasa y queda y es cristal de un mismo
Heráclito inconstante, que es el mismo
y es otro, como el río interminable.

1960

JORGE LUIS BORGES



AL HIJO

No soy yo quien te engendra. Son los muertos.
Son mi padre, su padre y sus mayores;
son los que un largo dédalo de amores
trazaron desde Adán y los desiertos

de Caín y de Abel, en una aurora
tan antigua que ya es mitología,
y llegan, sangre y médula, a este día
del porvenir, en que te engendro ahora.

Siento su multitud. Somos nosotros
y, entre nosotros, tú y los venideros
hijos que has de engendrar. Los postrimeros

y los del rojo Adán. Soy esos otros,
también. La eternidad está en las cosas
del tiempo, que son formas presurosas.

lunes, 3 de enero de 2011

HESIODO



Fragmento de TEOGONÍA



"¡Dichoso aquel de quien se prendan las Musas! Dulce le brota la voz de la boca. Pues si alguien, víctima de una desgracia, con el alma recién desgarrada se consume afligido en su corazón, luego que un aedo servidor de las Musas cante las gestas de los antiguos y ensalce a los felices dioses que habitan el Olimpo, al punto se olvida aquél de sus penas y ya no se acuerda de ninguna desgracia. ¡Rápidamente cambian el ánimo los regalos de las diosas!"


Siglo VII a. C.